Foto: Bisbal.

El afán por el lucro desmedido y el escepticismo son los grandes enemigos de la democracia

Entrevista realizada por el periodista Olmedo Lugo para el diario El Universal, publicada el 17 de mayo de 1977.

  • AD y Copei –señaló– deben ejercer su papel de defensores de la democracia en posiciones enfrentadas: uno en el gobierno y otro en la oposición.
  • Estima que las soluciones de fuerza nunca demostraron idoneidad para corregir los vicios, ni remediar los problemas que enfrentan los gobiernos democráticos.
  • No se puede achacar a una supuesta antipatía política el juicio del actual Contralor sobre la administración pública, tal como se hizo cuando era titular el doctor José Muci Abraham.
  • El partido oficial ha sido solidario y es responsable cien por cien de lo bueno y de lo malo del gobierno del presidente Pérez.

 

Al admitir que la democracia siempre está rodeada de enemigos, «y más aún en el actual momento», el ex presidente de la República, doctor Rafael Caldera, aseveró que los dos grandes enemigos de la institucionalidad son hoy en día la propensión al lucro desmedido y el escepticismo de los venezolanos.

Por eso –subrayó el ex mandatario– hay que luchar tenazmente, decididamente contra esos males, y recordar que las llamadas soluciones de fuerza nunca demostraron idoneidad para corregir los vicios, ni para remediar los problemas que se han puesto de presente en los gobiernos democráticos.

En su despacho del Escritorio Liscano, el máximo conductor de la democracia cristiana en Venezuela accedió a suscribir algunas opiniones sobre varios temas de interés nacional. Sólo una pregunta quedó sin respuesta en la entrevista y era la que se refería a un planteamiento del ex presidente Betancourt, solicitando el pago por su trabajo intelectual a los medios de comunicación social.

  • ¿Y usted, ex presidente, también apoyaría esa iniciativa?

El doctor Caldera sonrió ante la pregunta. En las primeras horas de la mañana había leído la carta del líder de AD.

  • Yo preferiría no comentar por ahora esa materia.

Deterioro acelerado.

Hace unos pocos días, el ex presidente Caldera regresó a Caracas, luego de permanecer varias semanas en el exterior.

  • A su retorno, ¿cómo observa la situación del país?
  • Yo no puedo negar que he encontrado un deterioro muy acelerado. Tengo la impresión de que el asunto del desabastecimiento ha sido un elemento catalizador de los sentimientos de descontento y de frustración que se han venido acentuando en el último año.

Estima el doctor Caldera que la gente no puede explicarse cómo la abundancia extraordinaria de recursos fiscales coincida con una baja en la producción, con un descenso en el rendimiento, y con un empeoramiento acentuado de los servicios públicos.

  • No creo que fue aventurada la frase que dije que «lo que marchaba bien, se ha desmejorado y lo que marchaba mal, está marchando peor…». Da la impresión –agregó– de que la tarea de convertir el enriquecimiento del Estado en obras y servicios para la comunidad, ha resultado demasiado grande para la actual administración. Y ya que están de moda las expresiones de acento popular, podría la situación sintetizarse gráficamente en un refrán: «es demasiado camisón pa’ Petra».

Dijo seguidamente el ex mandatario que si no se hace un gran esfuerzo por reajustar los cuadros administrativos; por hacer sentir la validez de la palabra de los gobernantes; por cumplir los programas fundamentales y por atender las necesidades básicas del pueblo, ese deterioro continuará acentuándose.

  • Y además –subrayó– puede tener graves consecuencias si el voto popular no le da un vuelco favorable a la situación en las próximas elecciones.
  • El Contralor General de la República presentó al Parlamento un informe verdaderamente dramático en cuanto a vicios reiterados en la administración. ¿Qué criterio le merece ese hecho?

El líder socialcristiano, traje gris, camisa clara, corbata azul con rayas blancas, escucha con atención la pregunta.

  • La primera observación que todo el mundo hace es la de que ya no se puede achacar a una supuesta antipatía política el juicio de la Contraloría, como se hizo cuando era titular el doctor José Muci Abraham.

Señaló que en la parte que ha comenzado a publicarse del informe del organismo contralor, existen aspectos formales de procedimiento como ha sido habitual, porque los mecanismos de la administración pública no están a tono con el volumen y ritmo que han adquirido las finanzas públicas.

  • Pero hay también cosas de fondo que es necesario enfrentar, tales como irregularidades en el otorgamiento y ejecución de contratos tan reiterados, que no pueden considerarse excepcionales.

Hace una ligera pausa el doctor Caldera, para luego añadir:

  • Lo más grave del caso es que mientras más se habla en tono dramático contra los vicios administrativos, más aumentan aquellos, lo que hace que el país vaya perdiendo progresivamente la fe en materia tan delicada.

Indicó que por algo los periódicos habían recordado las palabras del Presidente de la República según las cuales la administración no se corregiría sino cuando fuera a la cárcel un Ministro, un Gobernador o un Presidente de Instituto Autónomo por hace erogaciones o contraer deudas por encima del respectivo presupuesto.

  • Y si no recuerdo mal –apuntó– eso lo dijo en el Salón Elíptico, un día 5 de julio, lo que daba mayor solemnidad a esas palabras.

Por otra parte, el ex presidente Caldera considera que el Informe del Contralor General pone en una situación muy delicada a la fracción mayoritaria del Congreso, porque el Contralor es un funcionario que representa al Congreso mismo, y porque los voceros más calificados del partido de gobierno han prometido muchas veces cumplir en el seno de las cámaras legislativas, la alta función fiscalizadora que les corresponde.

  • Y yo espero –enfatizó el líder socialcristiano– que la respuesta no sea provocar la renuncia del doctor José Andrés Octavio.

Imposible un acuerdo.

En oportunidad reciente, el presidente de AD habló de la necesidad de un entendimiento de tipo institucional entre ese partido y Copei.

  • ¿Usted cree, doctor Caldera, en la factibilidad de un acuerdo de esa naturaleza?

Replica el ex mandatario que AD y Copei están obligados más que cualquier otro grupo a defender la democracia, «ya que el pueblo les dio en mayor grado su confianza con lo que les impuso un deber prioritario».

  • En estos días se ha escrito mucho sobre la difícil situación que atravesó el país en el quinquenio 1959-1964 y se ha destacado con justicia el esfuerzo que correspondió al entonces presidente Rómulo Betancourt para que subsistiera el experimento democrático iniciado el 23 de enero de 1958.

Recordó que el propio Betancourt ha reconocido en forma inequívoca que sin la participación de Copei habría sido imposible el éxito logrado.

  • En aquel momento la realidad histórica exigió cumplir el compromiso de co-gobierno, hecho en el llamado «Pacto de Puntofijo», y ese compromiso se cumplió en una forma que no tiene antecedentes en nuestra historia política. Ahora la situación es diferente y no es pertinente co-gobernar.

Enfatizó que tanto Copei como AD deben ejercer su papel de defensores de la democracia en posiciones enfrentadas: uno en el gobierno y otro en la oposición y que, inclusive, el instinto certero del pueblo los ha alternado en esas funciones.

  • Pero dentro de la lucha partidista y a medida que ésta se hace más intensa, deben mantener el propósito de llegar a acuerdos sobre los puntos esenciales que rebasan la polémica política y plantean necesidades trascendentales de carácter nacional.

Señalamos al ex Presidente de la República que a través de sus voceros, Copei ha denunciado que en el país se ha venido experimentando un desequilibrio de poderes que pudiera tener serias repercusiones para nuestro futuro democrático.

  • ¿Comparte esa apreciación?
  • La democracia venezolana nos ha costado mucho a todos y tiene un valor muy alto para que pueda jugarse constantemente con ella hasta límites de peligrosidad. La defensa de ella –indicó– corresponde solidariamente a gobierno y oposición, al país político y al país nacional.

Pero entiende el doctor Caldera que la primera responsabilidad en esa defensa la tiene el Gobierno a través de las diversas ramas del Poder Público.

  • Veo que a menudo los voceros oficiales reclaman a los voceros de la oposición el lenguaje que usan o los planteamientos que formulan, señalándolos como amenazas al régimen institucional… Pero no deben olvidar que es el equipo sobre cuyos hombros se ha puesto la conducción de los asuntos públicos, el más obligado a cuidar sus acciones y sus expresiones, para que se pueda ganar la diaria batalla por el fortalecimiento de las instituciones democráticas.

El triunfo de Copei.

En su opinión, doctor Caldera –preguntamos más adelante–,

–¿dónde afincaría fundamentalmente Copei sus posibilidades para retornar al poder en 1978?

No parece sorprender la pregunta al líder de Copei.

  • Es un hecho generalmente reconocido –dice– el de que las posibilidades electorales de Copei son mayores que en cualquier otra oportunidad anterior y que tienden a aumentar a medida que más se acerca el año final del actual período. Esta posibilidad viene sobre todo de la creciente insatisfacción del pueblo venezolano ante el fracaso de los planes del gobierno y de los ofrecimientos hechos en 1973… Y sobre todo se observa que los puntos centrales de la campaña que llevó al poder al actual Jefe del Estado se han agravado en una forma impresionante.

Cree el ex presidente que al observar los fenómenos de carestía y desabastecimiento, los televidentes no pueden menos que recordar las cuñas sobre la inseguridad personal y los ofrecimientos que enfáticamente se repetían con intervalos de pocos minutos en todas las estaciones televisoras y radiodifusoras, así como en los medios de comunicación impresos.

  • Todo ello viene a constituir un «bumerang», hasta el punto de que una de las precandidaturas de AD pretende encarnar una especie de oposición, o por lo menos una promesa de rectificación que no puede convencer a nadie… Desde luego, el partido oficial ha sido solidario y es responsable cien por cien de lo bueno y lo malo del gobierno del presidente Pérez.
  • ¿Sólo el desprestigio del gobierno de AD es suficiente para garantizar el triunfo de Copei?
  • Sé que no basta el desprestigio del actual gobierno para el triunfo electoral de Copei, sino que éste se logrará por la confianza que se ofrezca al electorado de corregir las fallas existentes; por el mensaje de optimismo que se lance; por el programa serio, ambicioso y realizable que se va a presentar al país y por el impulso de un equipo unido y eficiente, que si se anotó muchos puntos positivos en el gobierno, ha madurado más en la oposición.

Enemigos de la democracia.

Ya al final de la entrevista, y a una pregunta nuestra el ex presidente Caldera habló sobre los riesgos mayores que se ciernen sobre nuestro ensayo democrático.

  • Hay que partir del reconocimiento de que la democracia está siempre rodeada de enemigos, y más en el actual momento. Esos enemigos internos y externos son como virus y bacterias que no logran causar daños mientras el organismo se mantiene sano.

Expresó que quizás el primer enemigo que la institucionalidad tiene en éste momento es el dinero fácil, la propensión al lucro desmedido, que conlleva a una crisis de valores morales.

  • Por otra parte, la propia lucha democrática pone a la vista hechos reprobables y destaca la incapacidad para resolver graves problemas y para aprovechar la coyuntura en el sentido de transformar la realidad nacional… Y de allí el escepticismo, que es el otro gran enemigo de la democracia.

Y por eso cree el líder socialcristiano que hay que luchar tenazmente contra esos males y recordar que las llamadas soluciones de fuerza nunca demostraron idoneidad para corregir los vicios ni para remediar los problemas que se han puesto de presente en los gobiernos democráticos.