Artículo Rafael Caldera Integración o desintegración

Ingreso de Venezuela al Pacto Andino el 13 de febrero de 1973.

Integración o desintegración

Artículo escrito para la columna Reflexiones de Tinajero, publicado por El Universal el 2 de agosto de 2006.

 

En el proceso de formación de las nuevas naciones en el Continente suramericano, Bolívar tuvo puesta la vista en formar grandes nacionalidades, dentro de las cuales cada nación pudiera integrarse para el logro de intereses comunes. La formación de la Gran Colombia fue para él una obsesión. El mantenimiento de la unidad grancolombiana fue su última aspiración.

La liberación de Quito siguió ese camino y la Gran Colombia, formada por Venezuela, la Nueva Granada y el Virreinato de Quito, resultó una esperanza para nuestros habitantes y para la humanidad. El proceso no pudo llevarse hasta Perú, porque el pueblo peruano estaba determinado a mantener su individualidad. Y al llegar a Bolivia, tuvo la aspiración de establecer un régimen que hiciera sentir a la «hija predilecta» del Libertador una unidad que los bolivianos no dejaron realizar. La ilusión de la Gran Colombia se desvaneció, porque los dirigentes no entendieron la necesidad de sacrificar sus puntos de vista. Todavía resuenan las palabras de Bolívar el 17 de diciembre cuando dijo: «Si mi muerte contribuye a que se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro». Fue en el siglo XX cuando se formó el Grupo Andino, que resultó un gran experimento.

El éxito de la Unión Grancolombiana impulsó a los brasileños a promover el Mercosur. Argentina, Uruguay y Paraguay se reunieron con Brasil para realizar una política inteligente que ha logrado el funcionamiento armónico de países tan disímiles. A medida que fue desarrollándose se considera viable una organización armónica entre el Grupo Andino y Mercosur. Para esto puso su brillante inteligencia a trabajar el presidente Cardoso, buscando el camino para que marcharan unidos la organización bolivariana y los países del Sur.

Desgraciadamente, Chávez renunció al Grupo Andino cuando logró que lo aceptaran como miembro del Mercosur. Mercosur, al señor Chávez, le da oportunidad de convertirse en un líder para América Latina, pero en las reuniones habla solamente contra Estados Unidos y, por otra parte, los cuantiosos ingresos que ha significado el alto precio del petróleo, dio ayuda a la realización de obras necesarias en algunos países: ofreció hospitales, carreteras. En general apareció Venezuela como una gran potencia dadivosa que estaba entregando dinero para beneficio de los demás y no para beneficio de su propio país. El discurso de Chávez no presentaba un proyecto de agilización para mejorar la situación de Venezuela.

Su orientación social es para los otros, pero no para el nuestro, que sigue pasando situaciones de carencia. Nos hace preguntar: ¿Es efectivamente una integración de América Latina, o se trata de un proceso de desintegración? Y los que tienen posibilidad económica en nuestro país se sienten preocupados por las disposiciones del Presidente. El ingreso a Mercosur se hizo sin estudiar las consecuencias que va a traer para nuestro pueblo. Ojalá que efectivamente haya una integración y no una desintegración.

Los líderes del Pacto Andino están haciendo esfuerzos para que Chávez decida integrar nuevamente a nuestro país al grupo. Ojalá volvamos al Pacto Andino y pensemos que así tenemos una verdadera integración.